jueves, 8 de noviembre de 2018

martes, 19 de febrero de 2013

LA FUERZA DE LA PAREJA


La relación de pareja viene a ser una de las partes más complejas e importantes de la vida. La pareja es de las pocas relaciones que escogemos, es con quien pasamos más tiempo, es a quien afectan más nuestras decisiones y a nosotros las suyas. La pareja es quien tiene la posibilidad de conocernos mejor que nadie y también el potencial de acompañarnos por la vida. ¿Cómo es una pareja fuerte? Una pareja fortalecida o fuerte es aquella quien tiene la capacidad de adaptarse a los cambios. Cambia nuestro entorno, nuestras circunstancias, nuestro cuerpo y también nuestra personalidad, la vida esta llena de cambios. Por lo cual para que una pareja prevalezca de forma sana es de suma importancia que tenga la capacidad de adaptarse. ¿Qué hacer para fortalecer mi relación de pareja? -Aceptar que nuestra vida es enteramente responsabilidad nuestra. Lo cual se nos hace muy fácil romper.. ¿Cuántas veces no hemos dicho? YA NO ME HACES FELIZ. ¿¡Como si nuestra felicidad fuera su responsabilidad?! -En la contra parte, es un error que también cometemos con regularidad… debemos Aceptar que la vida del otro no es nuestra responsabilidad. Y si el otro no está feliz, no tiene trabajo, no sabe hacer algo… hay que permitir que él o ella se haga cargo de eso. Si no lo hacemos así estamos dejando la posición de pareja para tomar la posición de madre o padre. -Aprender a escuchar. Escuchar sin prisas, sin interrupciones y muy muy importante sin juicio.. de manera empática. Pues todos estos anteriores solo hacen que el hablar para el otro sea demasiado difícil. -Aprender a dialogar. Nuestra opinión y la suya ambas son de suma importancia y no necesariamente deben de estar desacuerdo. -Tener en cuenta que: Lo mío y lo tuyo han de ser tenidos en cuenta y debatidos para poder llegar a definir “lo nuestro”. -Aprender a compartir, tiempo, gustos, amigos, experiencias. -Aprender a pedir. -Dedicar tiempo específico para la pareja. -Aprender a utilizar los conflictos y las crisis, para aprender más de nosotros mismos, ver qué necesitamos y cuál es el dolor que suscitamos en nuestra pareja. -Consentir a la pareja -No valen los sobreentendidos. ¿Qué no hacer para fortalecer mi relación de pareja? -Esperar que mi pareja adivine lo que quiero y necesito. -Competir. Cuando competimos con nuestra pareja estamos predisponiéndonos a que uno de los dos pierda. Pero no hay que olvidar que nuestra pareja es nuestro equipo si pierde uno pierden los dos. -Acumular desaires, desacuerdos, enfados, reproches, faltas de respeto…. En muchas ocasiones tendemos a obviar, evitar y negar problemáticas con nuestra pareja por evitar enfrentamientos. Sin embargo los están acumulando y tarde o temprano saldrán a relucir lo cual no tiende a pasar de la manera más sana cuando dejamos pasar tiempo. Reluce por medio de actos que no controlamos, mal humor, fastidio, problemáticas físicas, etc. Todo lo que no decimos con palabras lo decimos de otra manera. -Renunciar a formular nuestras quejas, necesidades o ideas por evitar conflicto. -Utilizar la ironía, el sarcasmo, la critica destructiva, el grito, el insulto, la ridiculización, la descalificación o el desden al dirigirnos a la otra persona. Todos estos lastiman y debilitan a la relación de pareja. -Relegar las relaciones sexuales a segundo plano. La relación sexual es una necesidad, una forma de comunicación y una unión que no podemos reemplazar con ninguna otra cosa. El tener relaciones sexuales sanas, frecuentes y satisfactorias mejora nuestra salud física, mental y emocional. -Juzgar las acciones, pensamientos y decisiones de mi pareja. El juicio separa y lastima. Además el que juzga siempre se está poniendo en una posición superior con lo cual renuncia a la pareja desde su definición pues pareja significa igual. -Comenzar frases con siempre o nunca, especialmente hablando de reclamos los siempre y los nunca además de molestar o irritar estamos cancelando y minimizando los esfuerzos aunque pueden ser mínimos que si se han hecho. En vez de utilizar el nunca y el siempre pudiéramos utilizar: En muchas ocasiones. Son muy pocas las veces. -Reprochar… en vez de reproche utilizar peticiones. Ejemplo Reproche: ¡Porque nunca me besas! Petición: Sabes amor me gustaría que nos besáramos más.

martes, 12 de abril de 2011

PASAR LA LINEA

Consecuencias de cruzar la delgada línea roja

Pareja en la cama, amigos en la calle

En ocasiones la amistad entre dos personas es tan profunda e intensa que los límites se desdibujan y se acaba cruzando la delgada línea roja que nos lleva a la cama. ¿Qué pasa después? ¿Se puede seguir como si nada hubiera ocurrido? ¿Se continúa compartiendo estos momentos de placer o el sexo y la amistad son incompatibles? Amigos y amantes, ¿una utopía?

Es tu amigo del alma, tu confidente, esa persona especial que sabes que nunca te va a fallar. Con la que te lo pasas de maravilla y disfrutáis de la vida sin ningún tipo de ‘peros’. No hay compromisos personales, y sabéis que nunca podréis ser más que amigos porque ni es tu príncipe azul, ni tú su princesa.
De pronto un día que, como tantos otros, salís a tomar una copa, la situación se descontrola y acabáis enredados entre las sábanas. Lo peor (o mejor) de todo es que de este encuentro sexual han saltado chispas. Os ha gustado y la situación se va repitiendo esporádicamente, cuando os apetece. Y, entonces, te preguntas: ¿hasta cuándo?, ¿saldremos ambos ilesos de esta situación?, ¿quedará nuestra amistad intacta cuando esto se acabe?

Para Inma, empresaria de 43 años, los amigos de cama sí existen. “no es un ‘sexamigo’, alguien a quien conoces y con el que quedas de vez en cuando para tener algún encuentro. Es un ‘amigomante’, es decir, un buen amigo con el que en pasas un rato entretenido en la cama”. El problema, asegura Inma, es que tarde o temprano, esto se acaba. “O se empiezan a confundir sentimientos y la relación se llena de reproches como si realmente fueran pareja, o el sexo acaba por aburrir y se buscan nuevos puertos en los que atracar, terminando la relación tal y como empezó: sólo como amigos. Hablo con conocimiento de causa”.

Afirman los psicólogos que este tipo de relaciones cada vez son más habituales en la sociedad en la que vivimos, aunque no se hable de ello, sobre todo porque las relaciones estables son cada vez más difíciles y los compromisos para toda la vida comienzan a ser una utopía. Estos deslices naturales entre amigos pueden resultar excitantes o acabar en desastre. La aventura está servida...



Amistad entre sábanas
Empecemos por el principio: ¿existe la verdadera amistad entre hombre y mujer? Es la eterna pregunta sin respuesta única. Suponemos que sí. Entonces, si compartes con tu mejor amigo pasiones comunes, intereses, vivencias, confesiones íntimas… ¿por qué no también cama? Si el chico te resulta atractivo, ¿no es lógico que en algún momento te puedas sentir atraído por él? No hay una regla escrita que determine los límites de la amistad, tácitamente se entiende que en la amistad el sexo está negado, porque acaba saliendo herida.

Para Miguel Ángel Cueto Baños, psicólogo clínico, sexólogo y director de CEPTECO (Centro Psicológico de Terapia de Conducta) de León, además de secretario general de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), “Si ya es complicado formar amistades, por una parte, y ligar, por otra, ¿no resulta muy difícil mezclar ambas cuestiones? Este tipo de amistad nos parece muy compleja. Implica la lealtad propia de la amistad, la intimidad implícita en las relaciones sexuales y, además, la confianza de que el sexo no tendrá un efecto negativo ni se interpondrá en la amistad. Un curioso galimatías de difícil encuadre”.

Pero como el roce hace el cariño y a pesar de repetir como un mantra ‘sólo somos amigos’, de repente un día cruzas la delgada línea y te despiertas en su cama. Entonces te invade esa sensación extraña de vergüenza e incomodidad por haber mostrado tu yo más íntimo. Tu cuerpo desnudo, tu forma de besar, de gozar… Mientras te vistes te asaltan las dudas, te sientes culpable. Todo se complica. No sabes si hablar abiertamente sobre lo que ha ocurrido o dejarlo pasar. ¿Y la despedida? ¿Nos damos un beso?, ¿dos?, ¿o mejor ni nos rozamos? Porque es más fácil tener sexo casual con un desconocido que con alguien con quien compartes confidencias.

¿Y ahora? Pueden pasar dos cosas, que la experiencia haya sido tan mala que acabe en anécdota o que vaya tan bien que decidas seguir con esta historia de amistad y sexo. Es normal estar confundida al comienzo. La conexión emocional que mantenías con él ha cruzado fronteras. Después del shock inicial, llega el momento de ponerse a pensar seriamente en cómo continuar.

Sara, relaciones públicas de 27 años, no cree en el sexo con amigos, simplemente porque hacia un amigo no hay atracción física. “Cuando miras con esos ojos ya no estamos hablando de amigos-hermanos, esos que te dan consejos y compartes historias, si no de amigos-algo más, con los que quedas a tomar algo, hablas mirándote a los ojos y descubres atracción. Pero eso es otra clase de amigos”.

Ese afán clasificatorio es el que nos confunde a la hora de poner veda a determinadas realidades. Independientemente de dónde situemos a tal o cual amigo, lo que es cierto que hoy en día son muchos los que comparten la cama. Realmente es el sexo sin amor más parecido al “con amor” que puede haber. Y si se cumplen los requisitos básicos de respeto, lealtad y sinceridad, seguramente se convierta en el más puro que existe. No es malo tener sexo con un amigo, pero sí es peligroso confundir los sentimientos.


Momentos inolvidables, pero riesgos muy altos
Ningún lazo sexual, sea del tipo que sea y con quien sea, está desprovisto de cierta emoción. Y en este caso, el juego de los amigos-amantes tiene también tiene momentos fascinantes, pero riesgos muy altos.

Desde el punto de vista psicológico, esta nueva forma de relacionarse no tiene por qué acabar mal, siempre que las dos partes implicadas persigan la misma meta: el placer por el placer. Hay, incluso, quienes han vivido esta situación y aseguran que la intimidad fortalece la relación de amistad. La clave está mantener tu ubicación, evitando las típicas escenas de celos o posesión que denotarían algo más que una amistad. Como dice el director de CEPTECO, el truco para no salir herido de este tipo de relación es “asumir que, con mucha probabilidad, esta relación no es más que una espera de otra más seria y formal en el futuro”.

Ésta es la teoría. El problema es que la práctica acaba desbaratando todo. Porque si la situación se alarga en el tiempo, las expectativas de un compromiso siempre están latentes.

Sergio, diseñador gráfico de 39 años, lo tiene claro. “Yo tenía una amiga con la que llegué al acuerdo de practicar sexo sin amor, para lo cual omitimos los besos que considerábamos más íntimos y en lo que podríamos demostrar algo más que placer. La cosa funcionaba incluso teniendo pareja ambos porque nos lo pasábamos bien en la cama. De repente un día ella se cansó y desapareció, como amante y como amiga. ¿Conclusión? No creo en la amistad y el sexo”. Para Sergio la madurez personal es básica para mantener una relación de este tipo. “Yo creo que ella en determinado momento buscaba algo más que yo no le podía dar y simplemente decidió cortar por lo sano antes de romper nuestro acuerdo. No me dio opción”.

Para Sergio lo más importante es ser claro. “En el momento en el que uno de los dos varía sus sentimientos, debe decirlo. Sólo así se puede seguir con la amistad o retomarla, en el caso que se haya perdido”.



Ventajas de los amigos-amantes
Confianza. Os conocéis en profundidad y la confianza os permitirá entregaros sin necesidad de mostraros diferentes a cómo sois, ‘ni tan siquiera en el primer encuentro sexual’. No existe la típica fase de ‘ligoteo’. El sexo se convertirá en un lazo más de complicidad.
Nada de compromisos. Podéis seguir vuestra vida independientemente de lo que puntualmente ocurre en vuestra cama. No hay derechos ni lazos que os ahoguen. En esta relación no hay exclusividad.
Fuera preocupaciones. En vuestras relaciones no se inmiscuirá problemas del tipo dinero, libertad, trabajo, hijos… No existe lucha por saber quién lleva los pantalones en casa, ni reproches ni malos rollos, por lo que el sexo siempre es mejor.
Seguridad. Es tu amigo, no un rollo casual, por lo que no corres peligro. Sabes que no es un psicópata, ni te va a chantajear, ni te va a echar de la cama y de su vida cuando acabéis.
Puedes llamarle o no. No hace falta estar todo el día pegada al teléfono esperando una llamada. Tú misma puedes coger el auricular cuando te apetezca, sin ejercer un signo de control.
Y, además, puedes mantener otras relaciones simultáneamente. No es tu novio.





Es la relación del futuro
En una sociedad cada vez más competitiva la importancia de las relaciones van bajando en el escalafón a favor de la mejora del currículo personal y laboral. El individuo frente a la pareja. Según estudios sociológicos, las mujeres de menos de 30 años, han cambiado las prioridades en sus vidas. La carrera por el matrimonio, una tendencia cada vez más en alza. Cuestión de prioridades.
Esto dificulta enormemente los compromisos estables, el ‘contigo pan y cebolla’. El ‘para siempre’ se convierte en ‘para un rato’. Así van tomando cuerpo y espacio otra forma de vivir la sexualidad, como la de los amigos-amantes.

Además, el estigma de la soltería se ha erradicado. La independencia económica ha abierto las puertas a una nueva educación basada en la libertad de elección. No cabe ninguna duda que, a pesar de anteponer el desarrollo personal a cualquier relación, el sexo es una constante en el individuo. Las necesidades están latentes, por ello este tipo de arreglos puede ser perfecto. Sin resentimientos, sin celos, sin la vulnerabilidad que nos da el amor y que puede interferir en nuestras metas, al menos temporalmente, hasta que acabe apareciendo esa persona que nos dé un vuelco a nuestros objetivos.

Por ello, para Miguel Ángel Cueto, se trata, simplemente, de una relación temporal. “No hay que olvidar que este tipo de relación suele tener un carácter informal no estando, en muchos casos, bien definidos sus límites. Con frecuencia, son relaciones temporales, que se ven desplazadas cuando llega otra persona dispuesta a comprometerse en el tiempo con cualquiera de las partes”.

Esta relación también puede ser ideal para aquellas personas incapaces de mantener una pareja o aquellas que sienten pavor a la intimidad emocional, por ser un sentimiento incontrolable. Otros llevan a cuestas experiencias tormentosas que les impiden volver al cuadrilátero del amor.

El éxito de este tipo de relaciones radica en el respeto a las normas establecidas: nada de celos, exigencias ni posesión. No se debe franquear esta barrera si se quiere continuar con la amistad cuando el sexo acabe. Desvinculación emocional, algo para lo que no todas estamos preparadas.

¿Amistad o amor?
Es amistad cuando...
- Aunque mantenéis relaciones sexuales estáis abiertos a enamoraros de otras personas.
- Podéis estar juntos sin acabar siempre en la cama.
- Quedáis sólo cuando os apetece, sin tener que rendiros cuentas.

Es amor si...
- Cada vez que le ves sientes mariposas en el estómago y la naturalidad se torna en nerviosismo.
- Te envenena la idea de que se enamore y se acabe esa relación íntima que lleváis.
- No paras de llamarle y controlarle para saber dónde está.


Consejos para mantener un ‘amigo de cama’
Te mostramos las claves para manejar una amistad con derecho a roce con toda naturalidad sin morir en el intento.

Deja claro qué tipo de relación es. Debéis hablar de lo que está pasado y poner en claro lo que se espera de esta historia. No lleves la relación más lejos de lo que deberías.

Nada de celos. Cuando le veas con otra o cuando, simplemente, te pida consejos amorosos. Se objetiva en tus recomendaciones, aunque eso signifique perderle en la cama. Recuerda que lo que tenéis es sexo casual.

Nada de llamadas insistentes. Puede delatar un interés más allá del meramente amistoso o sexual.

Si se enamora él… No le des falsas esperanzas y corta la intimidad de raíz. Un poco de aire os vendrá bien a ambos para poder recuperar la amistad inicial.

Si te enamoras tú… Dile lo que sientes. Has de asumir que él, probablemente, no sienta lo mismo. Aléjate para no resultar herida. El tiempo hará que os volváis a reencontrar como amigos.

Aprende para la próxima. Si la amistad se rompe porque el peso de ser amantes ha podido con vosotros, piénsalo antes de actuar si te vuelve a surgir la misma situación. ¿Merece la pena volver a arriesgar una amistad por un poco de sexo?

Considera el psicólogo que, sobre todo, antes de lanzarse al vacío hay que “analizar fríamente si la amistad es lo suficientemente fuerte como para ir más allá de convencionalismos, tradicionales compromisos y, quizás, hasta posibles celos

domingo, 27 de febrero de 2011

DESEO SEXUAL


El deseo sexual busca satisfacerse tanto activamente como pasivamente. Busca a nivel perceptivo ver al otro sexo, busca escucharlo, olerlo, tocarlo, saborearlo, observarlo, busca estar en unión carnal con el otro, el otro se convierte en el objeto de mi deseo sexual. A su vez el sujeto deseante busca convertirse en el objeto de deseo sexual del otro, busca ser deseado por el otro. Pasa de una posición activa a una posición pasiva. Pasa de sujeto a objeto.

El deseo sexual saca al ser humano de su ámbito físico, psicológico y espiritual, llevándolo a lo social. Imaginen si el ser humano no saliera de éste ambiente quedaría como narciso, enamorado de si mismo, deseándose a si mismo, y teniendo vida sexual consigo mismo. Lo saca de una vida solitaria ermitaña y anacoreta.

El deseo sexual busca la unión con el otro, busca hacerse uno con el otro, aunque sea desde el punto de vista biológico, y así el instinto sexual cumple una de sus metas mas amplias: “perpetuar la especie”. No conozco hasta la fecha de ningún animal que para cumplir dicha meta última, antes de su unión sexual, no tenga un ritual sexual, un ritual rítmico, musical, en el cual entra en armonía con su pareja que es comparable al “Preludio Sexual”. Obviamente que para perpetuar la especie no se requiere estar enamorado.

Expresiones espontáneas de la sexualidad

Actualmente en cualquier libro de sexualidad humana, ya te dan la siguiente “noticia científica” (noticia que desde hace siglos cualquier madre pudo confirmar, pero que se callaba para que no la tildaran de loca sexual): las respuestas fisiológicas sexuales se observan desde el recién nacido.

¿Recuerdan mi frase?: que la ciencia aun no halla descubierto tal cosa, no significa que no exista.

Entonces, como las respuestas fisiológicas sexuales se observan desde recién nacidos, los padres en forma más o menos concientes, más o menos inconscientes, van educando las reacciones sexuales espontáneas de sus hijos, y parte de esa educación consiste en dos metas:

- En que se vayan postergando para cuando sea adulto.

- Y que esas expresiones se expresen o manifiesten en un ambiente exogámico.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

con derecho a roce??


El concepto de la amistad con derecho a roce se menciona con frecuencia. En ocasiones pareciera que casi todo el mundo cuenta con un amigo o amiga de estas características. Sin embargo, la realidad más bien es otra y se trata de una cuestión más teórica que práctica. Si ya es complicado formar amistades, por una parte, y ligar, por la otra, ¿cuánto más difícil es mezclar ambas cuestiones?

En esta ocasión queremos explorar si, en la práctica, hay muchas personas proclives a formar una amistad en la que además están permitidas las relaciones sexuales. Si analizamos la cuestión, este tipo de amistad es curiosa y compleja. Por un lado, implica la lealtad propia de la amistad, la intimidad implícita en las relaciones sexuales y, además, la confianza de que el sexo no tendrá un efecto negativo ni se interpondrá en la amistad.

Por otro lado, para muchas personas existe una especie de tabú en el que está establecida la censura de mantener relaciones sexuales con personas con quienes se tiene una amistad. Este tabú tiene una cierta fuerza en nuestros tiempos, especialmente en ciertos círculos sociales. Asimismo, se trata de una amistad que es lo suficientemente fuerte como para ir más allá de convencionalismos, tradicionales compromisos y, quizás, hasta los posibles celos, para formar un lazo que cumple variadas funciones.

A veces el énfasis está en la amistad, mientras que en otras lo que se subraya es la posibilidad de sexo cuando se desea. Quizás esto depende de qué ha ocurrido primero o a qué se le ha concedido más importancia. Puede tratarse de que ya se tenga un vínculo sexual con alguien y entonces se decida fomentar también un lazo de amistad. También puede ocurrir que en el distendido contexto de la amistad surja la posibilidad de mantener un cierto contacto sexual... Y, así, tras un tiempo, se ha formado una amistad con derecho a roce.

Destaca el carácter informal que este tipo de relaciones suelen tener, y en muchos casos no se tienen bien definidos sus límites. A menudo, son relaciones temporales, que se ven desplazadas cuando llega otra persona dispuesta a comprometerse en el tiempo con cualquiera de las partes. En algunos casos pareciera que se forman estas relaciones a la espera de otras más serias y formales.

¿En algún momento de tu vida has contado con amistades con derecho a roce? ¿Qué implican? ¿Qué acuerdos tenías establecidos con la otra persona? ¿Conoces muchas relaciones de este tipo? ¿Cuáles consideras que son las ventajas e inconvenientes en una relación así? ¿Qué complicaciones pueden tener?

miércoles, 13 de octubre de 2010

como superar la ruptura en la pareja

Evolución de la Pareja : La ruptura....y su superación

Acabamos la serie que iniciamos de la pareja, de su evolución, de los modelos de pareja, de sus etapas, de los celos, del papel de la pasión, del enamoramiento, de los hijos....y ahora finalizamos esta serie tan comentada por muchos y muchas de vosotros sobre la pareja. Lo hacemos con un aspecto que muchas veces se torna en el más doloroso para la pareja: LA RUPTURA.
El 45% de las parejas termina en divorcio, y de ellas, una de cada tres lo hace en el período vacacional, donde se produce una convivencia intensiva.
El dolor emocional por la pérdida (sobre todo en uno de los cónyuges) se mezcla con muchos factores que vamos a tratar de analizar para ayudar a superarlos.
Generalmente, las rupturas de pareja conllevan una serie de características muy concretas que se pueden asemejar a la pérdida de un ser querido. Los sentimientos y emociones van a ser muy parecidos, al igual que las circunstancias que la rodearán. Muchas personas han vivido esta pérdida y saben el dolor que esto significa.
El grado de intensidad con el que se vive una ruptura va a depender del apego y de las circunstancias que la ocasionan. Probablemente, no se vivirá igual una ruptura inesperada, una de mutuo acuerdo o una prevista desde hace tiempo.Las personas implicadas en todas ellas se encontrarán en distintos momentos del duelo que deberán realizar para superar la pérdida.

FASES EN LA RUPTURA: Aprender a identificar el momento de nuestra ruptura para superarla

Primera fase: La pérdida
Una vez llevado a cabo la ruptura aparece el duelo por la pérdida de un ser querido. Cada persona lo valorará de diferente manera: unos rehacen su vida enseguida y otros mantienen un duelo durante meses, incluso años, sin llegar a solucionar el problema.
En los primeros momentos de la ruptura se vivirá en gran medida toda la parte emocional: llanto, pena, preocupación, preguntas sobre el porqué de la situación, rememoración de momentos pasados, culpabilidades, etc. Es una fase de rebeldía y de lucha por superar la situación, intentando rehacerla, generando rencor hacia la otra persona, imágenes de situaciones desagradables vividas...etc. Es una fase en la que se necesita hablar con los apoyos de cada uno, con la gente que a una/o la quiere, que necesita exteriorizar esa pérdida..., vivir la pena...exteriorizarla, saber que todo pasa y que el tiempo todo lo curará. es necesario tener paciencia y no negar los sentimientos de esta fase , para poder cerrar la herida que ahora está abierta y que no se cierre en falso. Si es necesario obtener la ayuda de un profesional de la psicología porque cuesta superar el momento, no se retraiga, hagaló y se sentirá mejor. Hay muy buenos especialistas que le podrán ayudar a superar esta delicada fase.
Aquellas parejas que no sean capaces de resolver sus problemas, que no duden en buscar ayuda. El porcentaje de éxito en las terapias de pareja de orientación cognitivo-conductual es alrededor del 75%. No siempre es posible solucionar los conflictos una vez que se ha entrado en un círculo vicioso negativo sin el adecuado asesoramiento y entrenamiento en determinadas habilidades de las que la pareja puede carecer. Aunque hay profesionales que venden su quehacer sin experiencia ni preparación adecuada (a pesar de que hagan psicología clínica no tienen porque ser especialistas en pareja) distingalos de aquellos que si que son especialistas acreditados con trabajos e investigaciones en terapia de pareja.
Ataques de culpabilidad
Las emociones más fáciles y comunes de sentir en esta situación son los ataques de culpabilidad o responsabilidad ante lo sucedido. Es muy común pasar noches enteras pensando qué es lo que hemos hecho mal, porqué nos salió mal, porqué hemos fracasado. Echarnos la culpa de lo sucedido no soluciona tu situación, así es que deja de hacerlo, sentirse culpable no sirve para nada, incluso cuando lo seamos. La culpabilidad es un sentimiento que paraliza a la persona y que no la deja evolucionar en su duelo y pasar página.Intenta centrarte en tus nuevos objetivos e ideales y deja de lado remordimientos y culpabilidades, será la única forma de estar bien contigo misma. Ten en cuenta que una pareja se rompe porque los dos se han equivocado en algo. A veces el rol de victima nos hace creer que es el otro el que nos abandona y el que se equivoca, así seguiremos llorando porque él no cambia eternamente. Echar la culpa a los demás tampoco nos ayudará. Tu función ahora es aceptar tu nueva situación y vivir con ella todo lo feliz que puedas

Segunda fase: La más delicada para abordar el futuro
Una vez superada esta primera fase, la persona empieza a aceptar lo sucedido y, poco a poco, se va acondicionando a su nueva situación. La aceptación de la realidad se irá abriendo paso poco a poco (aunque a veces se vuelva temporalmente a la etapa anterior).
En esta fase de superación de la ruptura, aparecen muchos sentimientos conflictivos y contradictorios y es difícil decantarse por una actitud coherente.A veces nos apetece volver con la pareja y le echamos de menos y otras veces nos da rabia que nos trate mal o nos haya echo lo que sea. Aquí entrarán en escena nuevas preocupaciones, como las pérdidas económicas, materiales, de propiedades, etc.. Entrarán en escena la situación de la custodia de los/as hijos/as. Muchas parejas acaban haciendo de éste tema el conflicto clave posterior a su separación utilizando a los hijos en sus enfrentamientos. Aconsejados por "profesionales de la desesperanza" (que hacen del divorcio y del litigio su principal labor profesional) se embarcan en una batalla legal que genera también multitud de daños, en primer lugar, a los hijos/as y posteriormente a la pareja rota que va destruyendo puentes que serán muy dificiles de reconstruir. Por eso nuestro consejo es que huyan de estos profesionales que se aprovechan del mal momento de ambos para poner tierra y muros entre ambos en un momento que se necesita muchas dosis de diálogo y comprensión. Debemos confiar en un profesional que facilite el acuerdo y la mediación. Los servicios de mediación existentes ayudarán, sin duda, a mejorar estas situaciones asesorados por psicólogos/as, trabajadores/as sociales, y abogados/as especialistas en mediación. Busque estos profesionales si su situación es complicada en cuanto a un posible acuerdo. Saber distinguir a los profesionales que intentan sacar partido a una dolorosa situación de los que promueven un acuerdo y una solución satisfactoria para ambos (teniendo en cuenta las pérdidas es algo fundamental) . Por otro lado, toda la parte social que a menudo rodea a las parejas. Los dos miembros verán reducido su círculo de amistades, ya que gran parte de éste resultaba ideal para una pareja, pero no para una persona sola. Es la fase que algunos han dado en llamar la fase del "Reparto del desamor". La familia y los amigos son esta fase dos puntos de apoyo muy importantes. Aqui aparecen situaciones rocambolescas como amigos/as que toman partido sin pedirselo por uno de los conyuges, dejando al otro como "castigado" sin mantener relación con él o alejado de sus afectos. parece si como se comportaran como aficionados de un partido de futbol que toman partido por un equipo, aunque nadie se lo haya pedido y sepan que esto puede dilapidar muchas posibilidades futuras de comunicación de los ya exconyuges, como mediadores en situaciones de tensión. La gente que actúa así demuestra la falsedad sobre la que basaban sus relaciones, al no saber estar en su sitio en un momento muy delicado para los dos. A veces la mezquindad en esa actitud provoca mayor irritación y dificultades. Una postura equidistante de las posturas encontradas de los cónyuges ayudará enormemente en el futuro, para la reconstrucción de muchos aspectos que luego se tornarán necesarios ( hijos, trabajo, etc.) Sucede en muchas ocasiones en las dos partes.
La copmunicación de la ruptura y de los acuerdos que la pareja ha tomado para abordarlos debería hacerse de forma conjunta ante las personas queridas, sin buscar un culpable, sin resentimientos y con la franqueza que cada caso requiere. A los hijos es fundamental comunicarlo de forma conjunta y serena, haciendoles ver que minimizamos los riesgos de pérdidas en una situación dificil para todos. La filosofía debería ser la de minimizar los daños de la separación.

Tarde o temprano llega el divorcio legal y hay que firmar los papeles, es el momento de enfrentarse a una situación que en muchos casos se ha dejado aparcada y sin solución. Aparecerán muchas dudas al respecto y se sufrirá un duelo por la pérdida de esa relación o de esa pareja. Hasta que no se elabora este duelo no se superará la ruptura al 100 %. A pesar de que muchas parejas rehacen sus vidas en el tiempo en el que esperan el divorcio legal, el momento de la firma de papeles remueve muchas experiencias y recuerdos y resultará duro para ambas partes, más aún si es un divorcio sin acuerdo y uno de los miembros no desea la separación. Será el sufridor y ejercerá el papel de victima lo cual le aportará una negatividad y una actitud poco resolutiva a la hora de encauzar su nueva vida.

Hay personas que deciden volver a intentarlo a pesar de los pesares porque creen que les compensa y que realmente su vida es mucho más satisfactoria con su pareja. Puede que en los momentos malos, seamos tan extremistas que no seamos capaces de valorar los puntos buenos de nuestra relación y nos dejemos llevar por el negativismo, todo es malo y no vemos más allá. Cuando lo hemos perdido y lo vemos desde fuera , a veces nos damos cuenta de que no era tan malo, y de que esas cosas que nos resultaban insoportables o esos cambios que nos demandaban pueden ser viables y no nos suponen tanto costo. Sobre todo si tenemos una tendencia ansiosa y obsesiva, podemos caer en el error de centralizarnos en una idea negativa y a partir de ella exagerar una situación con la consiguiente ruptura de la relación.
Una vez superada la fase de duelo, estas preparada para decidir si tu meta es conseguir volver con tu pareja o seguir adelante sola. Si decides lo primero , tendrás que prepararte en algunos aspectos que probablemente se hayan visto mermados debido a la separación traumática que viviste. Necesitarás un tiempo de preparación antes de enfrentarte a tu pareja y proponerle un cambio.

* En primer lugar, deberás reforzar la seguridad en ti misma/o, recuerda que puede que hayas sido tú el/la responsable de la ruptura, o la que te ha tocado asumir ese rol, con lo cual, los acercamientos hacia tu pareja estarán llenos de recriminaciones, acusaciones, críticas, etc. ¿Y estás preparada emocionalmente para ello? ¿Podrás defender tus intereses sin entrar en ese juego de victimismo y acusación? Emocionalmente tienes que estar muy fuerte, para poder transmitirlo a la otra persona y que confíe en ti. Si tú decidiste romper, el otro no creerá en tu nueva decisión, te acusará de “veleta” y su primer impulso será la negación. Necesitas estar preparada para ello, no puedes sufrir un bajón emocional cada vez que tengas un contacto con él. La fórmula será tener preparados algunos truquillos para cuando vayáis a veros:
* Repite tu punto de vista una y otra vez.
* Explícale tu propósito desde un principio pero solo una vez .
* No te justifiques todo el tiempo, darás muestras de debilidad.
* Defiende tu postura y ante los ataques elude la conversación, salte por la tangente , habla de otra cosa no le dés juego.
* Préstale atención y cariño cuando te trate bien y habléis cordialmente, no lo hagas si te ataca.
* Exprésale tus sentimientos en positivo y asume tus errores, se sentirá reconfortado/a.



¿Tienes miedo a estar sola/o? Otros de los puntos que debes tener en cuenta son tus necesidades . Tendrás que valorar cual es el motivo que te hace querer volver puede que la necesidad de protección o de cariño te lleve a hacer algo que realmente no tiene razón de ser. ¿Tienes miedo a estar sola/o? ¿Quieres cubrir un vacío? Si esto es así, recuerda todo lo malo de la relación y comprueba si te merece la pena intentarlo de nuevo solo por miedo. El miedo se supera y podrás aprender a vivir sola. Tu pareja necesitará un tiempo prudencial para que comience a reaccionar. En ese tiempo serás víctima de acusaciones , negativas, momentos buenos y malos. Si estás centrada en tu objetivo global podrás sobrellevarlo mejor.

* Dale tiempo: No te focalices en la conversación de ayer que fue tan traumática y acusatoria y valora el progreso que estás realizando en su conjunto. Si te centras en los pequeños detalles tendrás momentos de euforia y de abatimiento. Céntrate en lo general y te mantendrás en un término medio. Tendrás que darle tiempo para que reaccione y es importante que te pongas en su lugar. Está muy bien defender tus intereses por encima de todo, pero el otro también necesita ser escuchado y valorado, también quiere cubrir sus intereses. Ten en cuenta que tú tomas la decisión de volver por ti misma/o y que el otro se encuentra con una decisión que no procede de él. Ponte en su lugar y dale tiempo, no le presiones. Las prisas son malas para todo. Si eres paciente podrás conseguir ser amiga de tu expareja; por supuesto no en los primeros días, cuando estáis más dolidos, pero sí más adelante. Cuando lo hayas conseguido esa amistad puede ser el trampolín para establecer una buena comunicación , hablar de vuestras cosas y poco a poco volver a involucraros el uno con el otro. Sabes que el resultado no depende solo de ti, así es que necesitarás un tiempo prudencial para cambiar de objetivo si fuera necesario. Si no lo consigues, cambia de rumbo. Puede ser que tu pareja no tenga tantas ganas de volver contigo, puede ser que su miedo no le deje estar bien a pesar de que os queráis; a veces el amor no es suficiente, puede ser que exista otra persona, etc... No luches contra viento y marea porque acabarás destrozada emocionalmente y enganchada a una dependencia que no te ayudará a progresar, empieza a reforzar tus puntos fuertes y tu autoestima para poder proponerte un cambio de rumbo. No puedes estar eternamente enganchada/o a una persona y a una situación complicada. Date un periodo de tiempo prudencial y si no consigues logros poco a poco tal vez estés equivocada/o y no haya posibilidad de marcha atrás. Es el momento de cambiar el rumbo y mirar para otro sitio. No siempre lo que tu quieres es viable y hay que aceptarlo y seguir viviendo. Otras opciones de vida también pueden ser válidas y gratificantes , no te cierres a nada y sé flexible.

Tercera fase: Emprender una nueva etapa.
Ahora llega el momento de la reorganización, en el camino de la recuperación: es la fase del duelo, en la que la persona ya ha aceptado su nueva situación y necesita reorganizar toda su vida para poder seguir adelante.Aparecerán muchos cambios de actividades, de gastos, de tiempo libre, de amistades. Será un trabajo lento pero seguro y que aportará nuevas ilusiones y objetivos. Se puede comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba; iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva; organizar la economía familiar, de cuánto disponemos y qué nos podemos permitir..

Tercera fase: Emprender una nueva etapa.
Ahora llega el momento de la reorganización, en el camino de la recuperación: es la fase del duelo, en la que la persona ya ha aceptado su nueva situación y necesita reorganizar toda su vida para poder seguir adelante.Aparecerán muchos cambios de actividades, de gastos, de tiempo libre, de amistades. Será un trabajo lento pero seguro y que aportará nuevas ilusiones y objetivos. Se puede comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba; iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva; organizar la economía familiar, de cuánto disponemos y qué nos podemos permitir...
CONSEJOS A SEGUIR:
1.-Buscar apoyos externos
Es también el momento de retomar antigüas amistades sin miedo a ser criticados por "interesados”. Muchos de ellos nos agradecerán el nuevo contacto y nos apoyarán. No estará de más pedir perdón si procede.La familia será un punto de apoyo. No te aisles y acude a fiestas y compromisos familiares. Haz de tu ruptura algo natural y no intentes ocultarte (así, sólo facilitaras las críticas de los demás). Dando la cara, valorarán tu fortaleza. Elige quién merece la pena y quién no. No te dejes influenciar por comentarios de personas que, a pesar de ser familia, no saben nada de ti. No dejes que los comentarios te destrozen. Habla con la persona sin vehemencia, con tranquilidad y acalara con ella lo que creas que debes aclarar. Afronta los temas con honestidad, pero no te obsesiones por los dimes y diretes de gente que no merece la pena.

2.-No te hagas la víctima
Es muy fácil, en esta situación, intentar ir de víctima, ya que te sientes solo/a y el centro de todas las miradas. Crees que serás criticado y, probablemente, sea así para muchos, pero hacerte la víctima no solucionará tu problema. Al contrario, lo más probable es que se vuelva en tu contra cuando menos te lo esperes, pues los demás se cansarán de escucharte y de andar a tu alrededor. Lo que en un primer momento hacen para ayudarte, después será algo obligado y te lo reprocharán. Cuanto antes cambies de actitud, mucho mejor. Busca soluciones y sé concluyente: te sentirás mejor contigo mismo y no necesitarás el apoyo de otros.
3.- Cambio de rol
En toda esta dinámica será importante, desde el principio, que aprendas a cambiar el rol con el que has convivido durante el tiempo que has tenido pareja. Todos asumimos en nuestras vidas una serie de roles que desempeñamos y que nos hacen interactuar con el mundo. Sin embargo, estos roles no siempre son permanentes y, a menudo, tenemos que aprender a cambiarlos.Por ejemplo:
· “En un momento, puedo desempeñar el rol de profesor y al mes siguiente, cuando soy despedido, tendré que asumir un nuevo rol, el de obrero, por ejemplo, ya que me han contratado en una fábrica.”
· “Otro rol será el de hijo, aunque éste será inamovible a lo largo de toda la vida porque siempre seré el hijo de…”
Cuando nos enfrentamos a una ruptura, hay que cambiar el rol de esposo/a o novio/a por el de soltero, separado, etc. Si no lo hacemos desde un principio, nos resultará muy complicado reiniciar actividades nuevas que tengan que ver con nuestro nuevo rol. Recuerda que el inicio de dichas nuevas actividades es el camino para la recuperación, y que si no aceptas tu nueva situación, estarás anclado en el pasado y no podrás superar la ruptura. Esto es normal que te ocurra al principio, pero pasado un tiempo, tienes que cambiar de fase y reorganizarte de nuevo. Pierde el miedo, ya lo has hecho otras veces y fuiste capaz: ¿por qué ahora no vas a poder? Ten confianza en ti mismo/a. Una ruptura también es una nueva oportunidad para crecer y conocer cosas nuevas de ti mismo que casi seguro desconocias. te servirá también para comportarte sin ataduras, sin inhibiciones y a avces cuando la relación anterior ha sido muy cerrada para abrirte a otras posibilidades, no sólo de pareja, sino también para tu crecimiento personal.
4.- Iniciar nuevas relaciones
Una vez que concluimos la fase de duelo, estaremos preparados para iniciar una vida nueva con todo lo que ello conlleva. ten en cuenta que no es aconsejable enganchar una relación con otra. La llamada relación "liana" (aquella que una persona se engancha de una relación en otra) peuede estar fomentando la dependencia siempre de otra persona para poder superar una determinada situación. Necesitas tu espacio de soledad y de independencia. desde este momento cabe la posibilidad de conocer a alguien nuevo que pueda ser una futura pareja. Aparecerán muchos miedos e inseguridades, son normales. Ten en cuenta que has vivido la experiencia una vez (o más veces, según el caso) y que en cada ocasión ha sido diferente porque las personas que interactuaban eran distintas. Esto es lo que te ayudará a convencerte: por muchas rupturas que hayas podido tener, ninguna ha sido igual, con lo que no sabes cómo va a funcionar esta posible nueva relación. Ve despacio y con prudencia, sin prisas. Acércate poco a poco y ve conociendo a la persona, no te dejes intimidar y ve a tu ritmo. Las aproximaciones cortas y tranquilas te ayudarán a controlar tu miedo y a hacerte a la idea de esta nueva situación. Comprueba en cada cita que todo lo que tú esperabas en negativo no ha ocurrido.Casi nunca ocurre porque eso que esperamos es fruto de nuestro miedo y, generalmente, suele estar muy exagerado, con lo que rara vez suele acontecer.
Lo mejor que puedes hacer antes de embarcarte en una nueva relación es afianzar tu autoestima y la confianza en ti misma/o.Valora tus puntos débiles y los errores cometidos anteriormente y ocúpate de trabajarlos para no volverlo a repetir. Así estarás preparada para iniciar una nueva relación desde cero y con positivismo. No dejes que tus emociones queden ancladas en el pasado y evita frases como “es lo mejor que he tenido”, “que haré ahora sin él/ella” “sola/o no saldré adelante”. Todas son frases negativas y denotan la dependencia que tenías de tu pareja. Pero ¿quien te dice a ti que no hay alguien mejor por ahí esperándote?, ¿ o que sola/o no estarás mejor, más liberada/o?

2.-No te hagas la víctima
Es muy fácil, en esta situación, intentar ir de víctima, ya que te sientes solo/a y el centro de todas las miradas. Crees que serás criticado y, probablemente, sea así para muchos, pero hacerte la víctima no solucionará tu problema. Al contrario, lo más probable es que se vuelva en tu contra cuando menos te lo esperes, pues los demás se cansarán de escucharte y de andar a tu alrededor. Lo que en un primer momento hacen para ayudarte, después será algo obligado y te lo reprocharán. Cuanto antes cambies de actitud, mucho mejor. Busca soluciones y sé concluyente: te sentirás mejor contigo mismo y no necesitarás el apoyo de otros.
3.- Cambio de rol
En toda esta dinámica será importante, desde el principio, que aprendas a cambiar el rol con el que has convivido durante el tiempo que has tenido pareja. Todos asumimos en nuestras vidas una serie de roles que desempeñamos y que nos hacen interactuar con el mundo. Sin embargo, estos roles no siempre son permanentes y, a menudo, tenemos que aprender a cambiarlos.Por ejemplo:
· “En un momento, puedo desempeñar el rol de profesor y al mes siguiente, cuando soy despedido, tendré que asumir un nuevo rol, el de obrero, por ejemplo, ya que me han contratado en una fábrica.”
· “Otro rol será el de hijo, aunque éste será inamovible a lo largo de toda la vida porque siempre seré el hijo de…”
Cuando nos enfrentamos a una ruptura, hay que cambiar el rol de esposo/a o novio/a por el de soltero, separado, etc. Si no lo hacemos desde un principio, nos resultará muy complicado reiniciar actividades nuevas que tengan que ver con nuestro nuevo rol. Recuerda que el inicio de dichas nuevas actividades es el camino para la recuperación, y que si no aceptas tu nueva situación, estarás anclado en el pasado y no podrás superar la ruptura. Esto es normal que te ocurra al principio, pero pasado un tiempo, tienes que cambiar de fase y reorganizarte de nuevo. Pierde el miedo, ya lo has hecho otras veces y fuiste capaz: ¿por qué ahora no vas a poder? Ten confianza en ti mismo/a. Una ruptura también es una nueva oportunidad para crecer y conocer cosas nuevas de ti mismo que casi seguro desconocias. te servirá también para comportarte sin ataduras, sin inhibiciones y a avces cuando la relación anterior ha sido muy cerrada para abrirte a otras posibilidades, no sólo de pareja, sino también para tu crecimiento personal.
4.- Iniciar nuevas relaciones
Una vez que concluimos la fase de duelo, estaremos preparados para iniciar una vida nueva con todo lo que ello conlleva. ten en cuenta que no es aconsejable enganchar una relación con otra. La llamada relación "liana" (aquella que una persona se engancha de una relación en otra) peuede estar fomentando la dependencia siempre de otra persona para poder superar una determinada situación. Necesitas tu espacio de soledad y de independencia. desde este momento cabe la posibilidad de conocer a alguien nuevo que pueda ser una futura pareja. Aparecerán muchos miedos e inseguridades, son normales. Ten en cuenta que has vivido la experiencia una vez (o más veces, según el caso) y que en cada ocasión ha sido diferente porque las personas que interactuaban eran distintas. Esto es lo que te ayudará a convencerte: por muchas rupturas que hayas podido tener, ninguna ha sido igual, con lo que no sabes cómo va a funcionar esta posible nueva relación. Ve despacio y con prudencia, sin prisas. Acércate poco a poco y ve conociendo a la persona, no te dejes intimidar y ve a tu ritmo. Las aproximaciones cortas y tranquilas te ayudarán a controlar tu miedo y a hacerte a la idea de esta nueva situación. Comprueba en cada cita que todo lo que tú esperabas en negativo no ha ocurrido.Casi nunca ocurre porque eso que esperamos es fruto de nuestro miedo y, generalmente, suele estar muy exagerado, con lo que rara vez suele acontecer.
Lo mejor que puedes hacer antes de embarcarte en una nueva relación es afianzar tu autoestima y la confianza en ti misma/o.Valora tus puntos débiles y los errores cometidos anteriormente y ocúpate de trabajarlos para no volverlo a repetir. Así estarás preparada para iniciar una nueva relación desde cero y con positivismo. No dejes que tus emociones queden ancladas en el pasado y evita frases como “es lo mejor que he tenido”, “que haré ahora sin él/ella” “sola/o no saldré adelante”. Todas son frases negativas y denotan la dependencia que tenías de tu pareja. Pero ¿quien te dice a ti que no hay alguien mejor por ahí esperándote?, ¿ o que sola/o no estarás mejor, más liberada/o?
5.-Nueva pareja
Si ya tenías una nueva pareja, es el momento de plantearos nuevos objetivos en común, ya eres libre para hacer lo que te apetezca, date permiso para disfrutar y no dejes que los fantasmas del pasado te estropeen esta nueva oportunidad. Como hemos dicho antes, podemos comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba, iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva, viajar, disfrutar, en una palabra de la nueva situación. También es el momento de retomar antiguas amistades sin miedo. La familia será un punto de apoyo , no te aísles y acude a fiestas y compromisos familiares, haz de tu ruptura algo natural y no intentes ocultarte, facilitaras así las críticas de los demás; dando la cara, valorarán tu fortaleza. Elige quien merece la pena y quien no, no te dejes influenciar por comentarios de personas que, a pesar de ser familia, no saben nada de ti.
6.- Reglas de oro para evitar conflictos en la convivencia:
Muchas parejas buscan en las vacaciones y en los ratos y espacios esporádicos y circustanciales la salida a su crisis y hemos de tener en cuanta que en la maleta también viajan los problemas que creemos aparcados. Por ello hemos de tyener en cuenta las siguientes reglas:
1. Ajustar vuestras expectativas a la realidad tratando de no idealizar el período vacacional, ni otras actividades y no al revés. Para ello debéis revisar las creencias sobre “una situación perfecta o unas vacaciones perfectas”, y criticarlas si es preciso.
2. Planificar de antemano los espacios y actividades comunes, tratando de llegar a acuerdos sobre la realización de actividades que sean gratificantes para ambos. El sacrificarse por el otro no funciona. Hacer “contratos” en los que cada miembro de la pareja sea capaz de buscar la satisfacción del otro sin renunciar a sus necesidades. Se trata de ser hábiles a la hora de negociar, buscando que no haya un vencedor y un perdedor, respetando las preferencias de cada uno.
3. Incluir a los hijos en la planificación de las actividades a realizar, teniendo en cuenta sus preferencias y necesidades, y haciéndoles partícipes de los acuerdos, si tienen edad de participar.
4. Cultivar un clima de tolerancia y comprensión. Para ello es necesario una dosis de flexibilidad. Si te comportas de forma desagradable, aumentará la motivación de tu pareja para comportarse de idéntica forma. Busca tener detalles con él, te lo agradecerá.
5. Buscar momentos para realizar actividades en solitario. No es necesario hacerlo todo juntos, lo importante es la calidad del tiempo compartido y no la cantidad.
6. Realizar un reparto de las tareas que se puedan dar en el tiempo libre (domésticas, cuidado de los hijos, etc.), tratando de buscar un equilibrio.
7. Aprovechar el espacio de estar juntos y las vacaciones para mejorar la comunicación. Recuerda los pilares básicos de la comunicación.
8. Utilizar el sentido del humor, la capacidad para desdramatizar es muy importante en la pareja. Facilita situaciones para reír juntos.
9. Interpretar los conflictos vacacionales o de otro tipo como una oportunidad para aprender.
10. Sobre todo, al final de las vacaciones hay que recordar los momentos agradables por encima de los problemáticos.

7.-Reglas básicas de la comunicación:
*Aprende a controlar tres elementos cuando hables con tu pareja: qué vas a decir, por qué vas a decirlo y cómo vas a decirlo; tratando de que los tres sean coherentes entre sí.

*No hables del pasado para recalcar aspectos negativos del otro. No entres en la espiral de reproches.

*Sé específico/a cuando hagas una petición a tu pareja, no utilices términos como “eres un egoísta” sustitúyelo por “me gustaría que te ocuparas más de los niños”. hay que hacer peticiones de cambio concreto de conducta del otro haciendole ver lo que él también ganará con ello.

* Procura escuchar sin interrumpir. Conviene recordar que la naturaleza nos ha dotado de dos oidos y una boca: para escuchar más.

* No emitas juicios de valor. Comprende al otro/a en vez de juzgar.

* Sé flexible y tolerante con el otro. Olvida tu rigidez.

* Reconoce cuándo te equivocas y pide disculpas. Eso facilitará la comunicación.

* Vigila el lenguaje no verbal: gestos, tono de voz, postura, mirada.

CINCO ACTITUDES QUE AYUDAN A SUPERAR UNA RUPTURA
* 1. Piense en positivo La etapa que acaba de finalizar ha sido mala, pero no la vida al completo. Cuando la monotonía se rompe, puede ser un buen momento para emprender una serie de proyectos que siempre había deseado hacer. Estos no tienen por qué ser grandes cambios, al menos al principio. En un primer momento, pequeñas modificaciones cotidianas pueden ayudarle a coger gusto por su nueva vida.

* 2. Renuévese Cambie de look y renueve todo aquello de su casa que le pueda traer malos recuerdos o vibraciones negativas. De lo contrario, pueden hacer que usted no pueda llegar alcanzar el estado mental necesario para dar un giro a su vida. Pero nunca debe intentar olvidar toda su relación anterior, la clave está en superar, no en olvidar. Tampoco es bueno idealizar la relación y conservar cada detalle u objeto que recuerde a la persona amada como reliquia. Córtese el pelo, vaya como siempre quiso ir y nunca lo hizo, pero no sea artificial. Intente verse de nuevo guapo/a o atractivo/a pero sin llegar a ser algo que no se es. No adopte un estilo adolescente para intentar disimular sus canas. La edad que tiene no se debe ocultar ya que el atractivo de una persona no está en su edad sino en su condición. Y sobre todo sepa que el cambio que ha dado es, en primer y último lugar, para usted y no para el sexo opuesto.

* 3. Busque apoyos Busque ayuda. No trate de pasar el mal trago en soledad. Aunque tampoco es bueno depender de nadie, lo cierto es que para afrontar tanto cambio, es bueno aferrase a personas queridas. Conviene que busque a los amigos y amigas que ya tenía, cuidar sus relaciones y buscar nuevos apoyos. Si lo esta pasando muy mal anímicamente, busque ayuda profesional médica o psicológica. La comida de su madre, el apoyo de sus hermanos, o un café con una amiga pueden ser la solución.

* 4. Manténgase activo/a Manténgase activo/a tanto físicamente, hacer ejercicio regularmente mejorará su estado anímico y social y siga saliendo con amigos y con la familia. No olvide al ámbito intelectual: mantener su trabajo, involucrarse en proyectos, leer sobre temas que le interesen. Apuntarse a una ONG o a una asociación lúdica de separados o divorciados puede ser una nueva manera de establecer relaciones, sentirse útil y estar activo.

* 5. Dé tiempo al tiempo Deje pasar el tiempo: el proceso de duelo por una separación tarde entre 6 y 18 meses, no pretenda que su caso sea distinto. No haga cambios muy importantes en su vida de modo repentino. Todos deben ser pequeños pasos. Haga cosas que le resulten placenteras. Escriba una lista de cosas que le gustan y procure hacerlas regularmente.

Todos estos consejos esperamos que le ayude a superar su situación, le sirva para aconsejar a algún amigo/a, le haga ver que todo puede superarse y le ponga en manos de un buen profesional -si es que es necesario-. Le animamos a que nos cuente su caso, que nos envier sus comentarios y que comparta su experiencia de ruptura con nosotros. Le ayudará a más personas y a usted mismo/a compartir sus experiencias.