lunes, 3 de mayo de 2010

carta de un desamor,porque se termina el amor

Hay que ver cómo es la vida, las vueltas que da: lo que hoy es blanco, mañana puede ser negro, y casi nunca sabemos a ciencia cierta el por qué. "Nada es para siempre" dice la canción y yo, que siempre me resistí a creerlo, hoy estoy completamente de acuerdo.

El caso es que me he dado cuenta de que, para mí, el amor se ha terminado. Punto y final. Y es la segunda vez que me sucede: me levanto por la mañana y sé exactamente lo que quiero. Tranquilamente, porque soy una persona tranquila, planteo la decisión más dolorosa de mi vida: divorcio. ¿Por qué? Porque se acabó el amor, hace tiempo que me he dado cuenta de que no estoy enamorada de mi marido y, por más que lo intento, me es imposible volver a enamorarme, y mucho menos fingir que todo sigue igual. Han sido 5 años de matrimonio, y no serán más…Hemos vivido de todo, aunque, desde mi punto de vista ha predominado lo malo.

¿Por qué se acaba el amor? Está claro que, en nuestro caso, somos el día y la noche y, por más que digan que los polos opuestos se atraen…Yo no puedo estar con una persona que no comparte nada conmigo. Hace meses que las cosas no van bien, y yo me alejo, porque estoy harta de sufrir…No puedo darle lo que me pide, estoy cansada de dar y no recibir, estoy harta de ser infeliz, de sentirme menospreciada, insignificante, quiero volver a vivir, a sentir, a disfrutar, que se acaben las lágrimas y el sufrimiento de una vez por todas…

"Te amo, pero no sé cómo demostrarlo" es su frase más repetida. A mí de nada me sirve saber que me ama desesperadamente si no me lo demuestra, es más, si ni siquiera me demuestra respeto, que es lo realmente grave y lo que más me duele. El dicho de que "la confianza da asco" describe a la perfección mi caso: como hay confianza, puede ser todo lo guarro y egoísta que quiera y mira, yo por ahí no paso.

Pero la gran pregunta que me hago constantemente es: si soy yo la que tengo claro que no quiero seguir así, que quiero estar sola, que quiero el divorcio (y no porque haya alguien más, que no lo hay, ni ganas…) ¿por qué me siento culpable? Lo estamos racionando todo, poniéndonos de acuerdo mucho antes de ir al juzgado, ambos sabemos que es lo correcto… ¿por qué? Quizá porque no es el mejor momento, él está atravesando una depresión y me siento fatal por abandonarlo cuando más me necesita (porque por desgracia sé lo que es una depresión). Aunque no nos hemos casado por la Iglesia (cosa que hoy doy gracias ya que así todo es mucho más fácil), parece que yo estoy solo en lo bueno…y en lo malo que le den. Así es como me siento, tal y como me dijo mi marido "una cabrona" y perdón por la expresión, que yo no utilizo ese lenguaje…

¿Qué hacemos con los niños? Ese es el tema más delicado, sin duda alguna. Yo he tenido un padre y una madre, que me han querido y apoyado, que lo siguen haciendo, y dan lo que sea por mí y por mis hijos. A mi marido siempre le han faltado sus padres, huérfano desde los tres meses fue criado por sus abuelos paternos, que no supieron darle una educación y viene arrastrando un enorme problema a día de hoy que es en gran parte el culpable de su depresión. Ahora nuestros hijos tendrán a su padre en un lado y a su madre en el otro…Mi marido dijo que nada de régimen de visitas, que quiere ser libre de visitarlos cuando le venga en gana, cosa que me parece justa pero muy dura para mí…

Lo increíble es que hayamos aguantado tanto juntos: al mes de casarnos ya estuve a punto de dejarlo al descubrir que me era infiel…sin embargo creí que merecía la pena luchar por él, por la persona más maravillosa que había conocido y de la que estaba locamente enamorada…Para colmo, estaba embarazada, y tenía la estúpida idea de que todo cambiaría cuando naciera el bebé…Sí, todo cambió, pero para peor, ya que dijo desde el principio que no podía asumir tanta responsabilidad: de repente estaba casado, con una hija, tenía que trabajar para ganarse la vida y ya no podía hacer las locuras a las que estaba acostumbrado, irse a dónde le diera la gana cuando le diera la gana…me sentí culpable de haber aceptado su propuesta de matrimonio, como si a punta de pistola le hubiera obligado a casarse conmigo y alejarlo de todo lo que le gustaba, como si nuestra hija fuera una decisión unilateral "yo pongo la semilla y tú te encargas de todo lo demás" decía en broma ¿o era en serio?

Con tanto sí y no, te quiero pero te odio, perdí la razón…y acabé yendo (por decisión propia) a un psiquiátrico, porque gracias a Dios fui consciente de mi enfermedad y sabía que tenía que ponerme bien, que no podía seguir así, deseando morir cada día porque no aguantaba el sufrimiento y, lo que era peor, no podía ocuparme de esa preciosa niña que tanto adoro…A día de hoy, sigue pensando que me fui de vacaciones, que lo abandoné para pasar unas vacaciones pagadas por la Seguridad Social, pero eso es porque nunca le interesó leer mi diario, que escribí varios cuadernos, siempre anotaba todos y cada uno de mis sentimientos, para intentar comprenderme a mí misma…e intentar que me comprendiera, ya que se negaba a hablar conmigo.

Y cometí el enorme error de salir del psiquiátrico para volver con él, porque estaba convencida de que el problema era yo, mi enfermedad…y volví a empeorar. Así que esta vez sí que decidí tomarme unas vacaciones en toda regla y me fui a Milton Keynes a trabajar y ganarme la vida…en parte porque tenía miedo a sus amenazas de quitarme a la niña por abandono. Es triste, muy triste admitir que ésa fue la mejor época de mi matrimonio: comprendí que era capaz de ser feliz sola y de valerme por mi misma…pero otra vez cedí a sus súplicas de "voy a cambiar y volveremos a ser felices". Y sí, volvimos a ser felices, pero duró poco. En plena emoción de reencuentro, de ser de nuevo una familia feliz, me quedé de nuevo embarazada. ¡Qué alegría, que ilusión! Un hermanito para nuestra niña, un miembro más de la familia, una oportunidad para mí de disfrutar de un embarazo, ya que el primero fue de todo menos feliz… Pero otra vez embarazada de tres meses la cosa se estropeó. Esta vez, fue él el que se deprimió, el que tenía miedo a la responsabilidad, una nueva boca que alimentar, una hipoteca…Y a pesar de vivir mi enfermedad, él se negaba a aceptar que ahora era él el enfermo, el que tenía que cuidarse…"Los hombres no lloran, llorar es de cobardes, no se arregla nada llorando, se arregla más a puñetazos…" Ahora, después de casi un año, ha empezado (sólo empezado) a admitir que tiene un problema, aunque todavía no acepta ayuda…Y yo ya me he cansado de intentar, de dar, de no recibir, de no hablar,… Ha sido muy duro, durísimo, pero he escarmentado y ahora lamento no haber puesto remedio mucho antes, habría evitado muchísimo sufrimiento…

Se acabó el amor, porque hace mucho que no me siento amada, queda un cariño, pero no es suficiente para compartir toda la vida. Lo quiero igual que a mis amigos, le debo mucho (bueno y malo) y siento pena por él, porque sé lo que está sufriendo, pero si no se quiere curar yo no puedo hacer absolutamente nada por él…

Entonces, ¿por qué me siento culpable? Soy fuerte, sé que voy a estar bien sin él, sé que no me va a faltar de nada ni a mí ni a mis hijos…

Si el amor se ha acabado, cosa para mí muy evidente ¿por qué duele todavía?

Si hablando tranquilamente de cómo repartir las cosas ¿por qué lloro? Si soy yo la que sale ganando…

Si tengo la conciencia tranquila ¿por qué me preocupo?

¿Por qué, en vez de dormir, estoy escribiendo esto?

¿Por qué?...¿Por qué?...¿Hay alguna respuesta a tanta pregunta?

Me estoy descubriendo a mi misma…y creo que no me gusta lo que veo. Soy fuerte, si, pero egoísta, o no dejaría a mi marido en el estado en que se encuentra…Siempre creí que tenía mucha paciencia, y sin embargo ha llegado un punto en que ya no aguanto más.

Se acabó el amor. Y no hay más que añadir

2 comentarios:

  1. Me encantaría leer algo sobre el desamor en parejas de lesbianas.
    Creo que se sufre diferente.
    Estoy sufriendo mucho porque yo misma acabé con la relación de una manera estúpida. Sigo amando a mi ex pero ella ya tiene otra.
    Tengo 42 años y me cuesta superar esta ruptura.
    Es horrible. Y más aún porque tuve que venirme a vivir a una ciudad donde aún no he logrado nada, ni un empleo.
    Eugenie

    ResponderEliminar
  2. Wow... quede asombrada, pase y estoy pasando por algo similar, la única diferencia es que yo solo tengo un pequeño de 3 añitos. Pero de igual forma estoy tentada a divorciarme, y también me encuentro ante la disyuntiva de por un lado sentirme tranquila por que luche por mi matrimonio hasta donde pude, pero a la vez sentirme mal y preocupada por la situación por no querer que mi hijo sufra la separación. No me siento del todo mal por que después de 11 años de matrimonio luche como no tienen una idea, aguante 2 infidelidades, malos tratos, groserías por parte de él como de su familia etc... luche hasta donde pude pero ahora que me queda claro que se acabo el amor de mi parte las cosas han cambiado. Y ahora soy yo la que quiere decir hasta aquí y decidó ser feliz con mi hijo. Dios es difícil...!!!

    ResponderEliminar